¿Voy a al nutricionista o al psicólogo?
Repite conmigo:
"No voy a enfocarme en la nutrición hasta que no atienda mi relación con la comida"

Es peligroso centrarnos en mejorar composición corporal (aunque por salud necesitemos bajar de peso) cuando hay una evidente mala relación con la comida detrás. Es peligroso porque esto, no solamente no funcionará (ya que no seremos capaces de regular nuestra hambre emocional), sino que además puede empeorar nuestro proceso de sanación mental.

Si primero no tenemos atendido el plano mental-emocional, no entenderemos el proceso de tratamiento nutricional como una mejora de salud, sino como una obligación de autocontrol forzado, un castigo por nuestra dejadez, un autocuidado impuesto. Lo peor es que podríamos pensar que solamente obtendremos validación externa (e interna) una vez hayamos "curado" o "arreglado" nuestra situación física. Y esto no será así. Ya que no podemos permitir que nuestra felicidad dependa de nuestra salud física o nuestra apariencia, esto es algo absolutamente insostenible.